Me siento realmente feliz de comprobar que la iniciativa de crear este Blog ha sido bien acogida por algunas y algunos compañeros.
Empezar a escribir sobre la Gestión de Casos se me plantea como un tema complejo. Considero que son tantos los temas que nos preocupan que elegir uno por el que comenzar parece tarea casi imposible. Pero bueno, está claro que hay que empezar por algo. Así que ¿por que no empezar por su esencia?: la definición y debatir si considerais que lo que estamos haciendo concuerda con la misma.
Como sabéis, son varias las definiciones que sobre Gestión de Casos se han hecho, pero quedémonos hoy con la que nos plantes el SSPA: La gestión de casos es un proceso de colaboración en el cual se valora, planifica, aplica, coordina, monitoriza y evalúa las opciones y servicios necesarios para satisfacer las necesidades de salud de una persona, articulando la comunicación y recursos disponibles que promuevan resultados de calidad y costo-efectivos. La Gestión de Casos es una Práctica Avanzada de Cuidados mediante la cual los y las profesionales de enfermería que realizan gestión de casos promoverán que se alcancen los objetivos previstos en el plan terapéutico, articulando la comunicación y recursos personales, profesionales y organizativos disponibles para promover resultados en salud de calidad y costo-efectivos.
Si la leemos con detenimiento ¿estamos seguros que lo que estamos haciendo en el día a día se corresponde con esta definición?.
Yo diría que lo intentamos, pero creo que caben varias preguntas al respecto y que sería estupendo que fuesemos capaces de debatir:
¿Estamos las enfermeras preparadas para coordinar todo el Plan Terapéutico del paciente?, ¿Nos lo creemos?, ¿Confiamos en nuestras propias competencias para ello?.
¿Están nuestros compañeros/as de otras disciplinas dispuestos a aceptar este nuevo rol?, ¿Nos reconocen?
Está claro que la puesta en marcha de nuevos roles con nuevas competencias genera una serie de dificultades, unas derivadas de los propios profesionales y otras del entorno donde se realiza la práctica.
Con respecto a las nuestras, la confianza creo yo que es la característica fundamental para un trabajo efectivo. Esta junto con la experiencia, la formación y la actualización de competencias clínicas, dan credibilidad a la figura.
Por otra parte, es difícil que el modelo progrese sin que la institución muestre una voluntad clara para favorecer su incorporación y desarrollo. La clarificación de roles y limites de práctica facilita el desarrollo del modelo.
Otras dificultades vienen derivadas de las relaciones tanto con las demás enfermeras, como con los médicos y con los gestores.
Y, por último, la escasez de recursos y de apoyo administrativo, dificultan la realización de un rol que conlleva práctica clínica, investigadora, docente y de consultoría.
Bueno, pues ya está abierto el debate. A ver quién es la valiente o el valiente que "lanza la primera piedra".
Animo, os espero.